Cinco preguntas -y sus respuestas- sobre la batería del coche

2022-09-03 03:33:43 By : Mr. William YIN

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Se ha convertido en un componente fundamental en los coches nuevos. Es la batería que equipan tanto los vehículos híbridos como los 100% eléctricos.

Se podría decir que son el componente fundamental de los coches eléctricos e híbridos. Nos referimos a las baterías, que ya forman parte de nuestras vidas, también en teléfonos móviles, ordenadores portátiles, etc.

Sin embargo, aunque ya sean muy utilizadas, aún generan muchas dudas. En el caso de los coches eléctricos e híbridos, vamos a tratar de solventarlas con la ayuda del experto Francesc Sabaté, responsable del Test Center Energy, un centro pionero de investigación y desarrollo de baterías de Seat.

Situado en Barcelona, tiene una extensión de 1.500 m2, realiza 6.000 ensayos completos al año, 17.500 horas de pruebas y simulaciones y tiene una capacidad de testeo de 1,3 megavatios. Está en funcionamiento las 24 horas y los siete días de la semana. Incluye cinco cámaras climáticas con rangos de 80ºC de diferencia de temperatura.

La tecnología que usamos en el Grupo Volkswagen se basa en el ión de litio, concretamente en la combinación química de níquel, manganeso y cobalto (NMC). Estos elementos forman celdas, las unidades mínimas de almacenamiento de energía, que facilitan la carga. Las celdas se agrupan en módulos que, unidos en pack y junto a la electrónica de control, el sistema de refrigeración y las carcasas, crean la batería final, lista para ser ensamblada en el vehículo.

La respuesta está en la capacidad de almacenamiento energético. En el vehículo eléctrico, al no disponer de un motor de combustión como en el híbrido, necesitamos que la batería tenga más capacidad para desplazarnos la misma distancia. Esto se traduce en un aumento de las celdas. La de un híbrido tiene alrededor de 100, mientras que la de un eléctrico 300.

Depende de cómo se utiliza el coche: la frecuencia de uso, las temperaturas a las que se le expone o la cantidad de ciclos de carga. En el caso de nuestros vehículos, gracias a las intensas pruebas a las que sometemos las baterías, aseguramos un mínimo de 160.000 kilómetros u ocho años de garantía de vida útil. Este testeo incluye condiciones climáticas extremas y modos de uso que ponen las baterías al límite de forma continuada.

La clave reside en mantener el vehículo en las mejores condiciones posibles. Es aconsejable minimizar el número de cargas rápidas, porque así evitamos que la temperatura de la batería suba mucho. Sostener su estado de carga entre el 40% y el 80% también ayuda a prolongar su vida útil más allá de los criterios de garantía mínimo.

En los vehículos eléctricos, una vez alcanzados los 160.000 km o transcurridos ocho años, el estado de salud de la batería se encuentra alrededor del 80% de su capacidad. Esto implica que en el uso cotidiano del coche podemos experimentar una reducción de su autonomía y, por tanto, de la distancia que podemos recorrer con él tras una carga. Pero no quiere decir que esa batería no tenga más utilidad, ya que ese 80% de capacidad puede emplearse en otras aplicaciones que requieran menos exigencia de potencia, como por ejemplo el almacenamiento estático de energía. Esta nueva función garantiza que una misma batería pueda ser reutilizada y alargar así su vida.